TOWSON (ESTADOS UNIDOS), 17 Ago. (EP/Reuters) -
La ciudad natal de Michael Phelps celebró por todo lo alto el octavo oro olímpico del 'Tiburón de Baltimore', que le permitió batir los siete records de Mark Spitz en Múnich'72, mientras que en el resto del país millones de personas también lo festejaron.
En Towson, un suburbio de Baltimore en el estado de Maryland, todas las miradas se pegaron a los televisores cuando Phelps llegó al 'Cubo de agua' para tomar parte en su última prueba en Pekín.
El nadador, de 23 años, nadó la tercera posta del relevo 4x100 metros estilos, en la que los norteamericanos se impusieron con un nuevo récord del mundo.
"Es grandioso, es imponente. ¿Con cuánta frecuencia puedes decir que has visto hacer historia?", aseguró Joe Centineo, de 24 años, habitante de la vecina localidad de Hampstead.
Cientos de aficionados se quedaron en el estadio después del partido de pretemporada de fútbol americano entre los Baltimore Ravens y los Minnesota Vikings, para ver la carrera de Phelps y sus compañeros en pantalla gigante.
Los simpatizantes agitaron carteles y cantaron 'USA, USA' cuando Jason Lezak, quien nadó el último relevo, tocó la pared y aseguró la victoria estadounidense. También se escucharon aclamaciones en el bar temático deportivo Greene Turtle en Towson cuando Phelps entró el primero en la manga de mariposa.
Cerca de allí, sobre un taller de reparación de automóviles un cartel iluminado alentaba a Phelps y a la también heroína local de la natación Katie Hoff con la leyenda: 'Arriba Phelps y Hoff, estamos orgullosos de ustedes, campeones'.
La final de los relevos 4x100 estilo libre, que le dio su segundo oro, fue vista en vivo por 81 millones de telespectadores, mientras que otros 1.700 millones la siguieron por internet, apuntó la cadena estadounidense NBC.
George Kennedy, instructor de natación en la Johns Hopkins University de Baltimore, tuvo la oportunidad de conocer a Phelps cuando su equipo compartió una piscina de entrenamiento con el campeón antes de los Juegos de Atenas 2004.
Kennedy sostuvo que el éxito de Phelps ha inspirado a la actual generación de jóvenes nadadores en su institución. "Cada uno de esos jóvenes quiere ser el nuevo Michael Phelps", afirmó.
El entrenador, de 53 años, dijo que Phelps nunca fue arrogante, pero que sí posee un "instinto asesino" en el agua. "Simplemente es mejor que todos los demás", comentó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario