Desde el 18 de julio hasta el 2 de agosto se desarrollará el campeonato mundial en la ciudad de Roma tanto en piscina como en aguas abiertas, oportunidad en que la Federación Internacional de Natación (FINA) realizará una asamblea extraordinaria en la que elegirá al próximo presidente de esta institución, una de las de mayor peso en el ámbito de los Juegos Olímpicos.
Con la garra charrúa y “un plan de desarrollo” para mejorar la situación de este deporte, el dirigente uruguayo Julio Maglione lanzó su candidatura para convertirse en el nuevo titular de este organismo que integran representantes de 198 países.
Actual tesorero de la FINA y también miembro de del Comité Olímpico Internacional (COI), Maglione anunció su postulación ante los delegados de las 42 naciones que asistieron al Congreso de las Federaciones Asiáticas celebrado la semana pasada en Omán donde se encontraba presente el argelino Mustafá Larfaoui, quien encabeza la FINA desde hace más de dos décadas y ya había comenzado su carrera rumbo a una nueva reeleción. En declaraciones fomuladas a la cadena ESPN, el dirigente uruguayo sostuvo que tiene “fundadas esperanzas” en imponerse en las urnas en el acto que se llevará a cabo mediante voto secreto en la capital italiana.
"En ese Congreso de Omán presenté un plan de desarrollo para la FINA, en el cual está la idea de ampliar el Comité Ejecutivo a un representante por continente, más el presidente; es decir, seis miembros, y yo me comprometí a ocupar este cargo por un solo período", afirmó Maglione.
Acerca de la gestión de Larfaoui, consideró postivo que “exista una alternancia en la presidencia del organismo” y que, además, si se expande a un representante por contiente, “todo será más democrático".
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