6/7/08

¿Hacia donde vamos?


Buenos Aires- La presidenta Cristina Fernández de Kirchner pidió hoy a los representantes olímpicos “que tengan mucha fe” en ellos mismos “y en nosotros, que desde acá vamos a estar haciendo el aguante”, tras entregarle al basquetbolista Emanuel Ginóbili la bandera argentina que irá a los Juegos Olímpicos de Beijing.
(
www.lacapital.com.ar)

En los últimos días parece que todos hemos caído en la cuenta que el comienzo de los juegos olímpicos esta aquí a la vuelta.

No han sido pocos los medios de comunicación que en sus sitios de Internet llevaron adelante encuestas con el fin de conocer las expectativas que el público en general tiene con respecto al desempeño de nuestros deportistas en Beijín. Lamentablemente, casi todos los sondeos de opinión dejaron muy claro que no son muchas las esperanzas que los argentinos tenemos de observar destacadas actuaciones de nuestros representantes. Sin embargo lo peor no es la falta de confianza del público en general, sino que lejos de ser solo una sensación, todo parece indicar que no habrá mejoras con respecto a juegos anteriores.

¿De quien es la responsabilidad de la actual situación de nuestro deporte?
Seguramente de los deportistas no.


A lo largo de estos últimos cuatro años ¿Cuántas veces desde el gobierno se demostró algún interés por la evolución de nuestros representantes? ¿Cuántos son los ciudadanos de a pié que se involucran en alguna actividad deportiva como protagonistas directos o a través de sus hijos? ¿Y los empresarios?
Como lo indica el encabezado extraído de la página Web del diario La Capital de Rosario, los políticos a la hora de la foto con los exitosos siempre están.

La gente común parece creer que un deportista de elite surge por generación espontánea, como algo raro que aparece por ahí de un día para el otro,de tanto joder con la pelotita, la bici, o por correr como un loquito a lo Forest Gump.

¿Y los empresarios? los empresarios se acercan al deporte como empresarios, esperando invertir poco y ganar mucho. Hoy las empresas se pelean por tener a Leonel Messi como imagen, ¿alguno lo habrá apoyado cuando solo era un chico con problemas de crecimiento soñando detrás de una pelota?
Los gobiernos hacen política con el deporte, pero jamás políticas para el deporte.

Los premios y las distinciones otorgados por nuestros dirigentes, ya sea políticos o deportivos, se parecen demasiado a los actos fallidos en el lenguaje, que a veces desnudan nuestros reales pensamientos.

Sin discutir los meritos deportivos de Emanuel Ginóbili, que se lo distinga con la posibilidad de ser el abanderado del deporte argentino, parece ser un acto fallido que desnuda lo que en la Argentina se espera del deporte. ¿Cómo elegir abanderado para el evento más importante del deporte amateur a un deportista súper profesional que hasta el día de hoy duda entre representar a su país o cumplir con la voluntad de sus empleadores?

Esta designación no es culpa de Ginóbili, y esta bien que se sienta orgulloso de portar la bandera de su país, pero ¿Alguien se acordó de Georgina Bardach?¿será que era más importante para la foto un deportista con presencia en los medios de comunicación a una exitosa pero casi ignota deportista amateur?

O quizás esta elección solo representa lo que esperamos para el deporte argentino, un deporte de elite, súper profesional, sin políticas deportivas, lejos del espíritu amateur y lo que es peor lejos de una sociedad que necesita el deporte no para ganar medallas o dinero sino fundamentalmente como camino a una mejor calidad de salud y educación.


SERGIO GOLA

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