El alcohol es un líquido incoloro y volátil que está presente en diversas bebidas alcohólicas. Su nombre químico es etanol o alcohol etílico. El alcohol está prohibido en competición en algunos deportes, y se lo detecta mediante análisis respiratorio y/o sangre.
El etanol puede afectar al sistema nervioso central, provocando estados de euforia, desinhibición, mareos, somnolencia, alucinaciones (como ver doble o que todo se mueve de forma espontánea), confusión. Al mismo tiempo, baja los reflejos.
Con concentraciones más altas ralentiza los movimientos, impide la coordinación correcta de los miembros, pérdida temporal de la visión, etc.
En ciertos casos se produce un incremento en la irritabilidad del sujeto intoxicado como también en la agresividad; en otra cierta cantidad de individuos se ve afectada la zona que controla los impulsos, volviéndose impulsivamente descontrolados y frenéticos.
Finalmente, conduce al coma y puede provocar la muerte.
El etanol es una molécula muy pequeña capaz de pasar la membrana celular e instalarse en las células, por lo que acción en el cuerpo es general. Afecta a todos los del organismo. De forma directa afecta al complejo de la dopamina en un primer estadio aumentando la euforia y disminuyendo el miedo, única acción que puede considerarse positiva para el deporte. A la hora práctica de nuestro deporte tiene dos grandes inconvenientes (a muy grandes rasgos):
•El primero que pocas sustancias engordan tanto y tan mal como el alcohol.
•El segundo es su acción sobre los receptores gamma de nuestro cerebro, produciendo una ralentización de las neuronas, es por esto el alcohol provoca cierta calma. Pero la búsqueda constante de la homeostasis de nuestro organismo genera que para reencontrar el equilibrio el cerebro produzca menos receptores gamma volviendo con el consumo frecuente nuestro cerebro mas lento y torpe.
22/4/08
Consecuencias del alcohol en el deporte
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