Alguna vez alguien refiriéndose al fútbol dijo: “se juega como se vive “, creo que esta afirmación es aplicable al resto de los deportes, sobre todo al que hoy me ocupa, LA NATACIÓN.
Están los que buscan el éxito rápido, lo que libran todo a la suerte y el talento. Entonces si un día alguien se levanta con el pie derecho, se le alinean los planetas y cuentan con viento a favor, aplauden la victoria y la premian como una verdad absoluta, para ellos la planificación y el sacrificio solo están reservados para los mediocres. Pero cuando el talento no alcanza y el éxito no llega le caen con toda dureza al deportista. Así juegan, así viven. Prefieren la suerte al sacrificio y la improvisación a la planificación, total si no da resultado siempre existe la posibilidad de tirar la pelota afuera y echarle la culpa a otro.
Gracias a dios están los que eligieron aportarle a su talento la cuota necesaria de sacrificio y planificación. Los que no confían en el azar y se hacen responsables de sus logros, sean estos buenos o malos, los que han descubierto que el éxito se construye a lo largo de toda una trayectoria y no de una victoria efímera.
En lo que a natación se refiere, no caben dudas, la ciudad de Santa Fe hace muchos años eligió el camino de la planificación y el sacrificio aplicados al talento. Aquí nada es fruto de la casualidad.
¿Hace falta hurgar en la historia?
¿Hace falta mencionar al múltiple campeón de aguas abiertas Diego Degano?
Si solo basta con acercarse cada verano a la ciudad de Santa Fe algunas semanas antes de una Santa Fe - Coronda para palpitar la pasión con la que se vive en esta ciudad la preparación para la prueba de natación más importante del mundo.
Para quienes vivimos esta realidad a 163 Km. de distancia puede parecer asombroso.
No es casualidad Diego Degano campeón del mundo.
No es casualidad Celeste Puñet sub campeona mundial.
En Santa Fe se vive nadando en el río, si hasta en invierno la Asociación Santafesina de Aguas Abiertas convierte cuanta pileta este disponible en una réplica artificial del Paraná, para que sus chicos sigan soñando brazada tras brazada con alcanzar alguna vez el pontón de llegada en la ciudad de Coronda.
Por eso tampoco es casualidad que una vez por mes, durante cada invierno, más de 100 nadadores se convoquen para participar de los campeonatos de largo aliento.
Cuando llega el verano, cada promesa acuñada en la pileta explota en el curso de cualquier río o arroyo. Así nacieron los campeones de aguas abiertas de la historia santafesina, así nace el futuro encarnado en los hermanos Carrizo, el presente de Marianella Mendoza, Lucia Reynoso, Rita García , Gabriel Villagoiz, Martín Clementz o Raúl Macedo.
Tampoco es casualidad que los nadadores del resto del país elijan la ciudad de Santa Fe para aprender como se compite, pero sobre todo como se trabaja y se planifica una competencia de aguas abiertas.
Nada puede ser casualidad cuando un deporte logra emocionar y créanme, ver a todos estos chicos emociona, ver a sus padres sufriendo desde la costa emociona y ver a los dirigentes transformando en virtud su obstinación de seguir siempre adelante… emociona. Aquí nadie piensa en cuanto dura una carrera, solo se dedican a trabajar y a disfrutar del fruto de este trabajo, la pasión no sabe de sábados o domingos.
Por eso tampoco es fruto de la casualidad Antonella Bogarín representante olímpica Argentina. ¿Ya habrá despertado, se habrá dado cuenta de lo que ha alcanzado?
¿Como llega una chica de solo 16 años tan lejos? Parece fácil si se trabaja para eso, aunque todos los que conocemos la natación de aguas abiertas sabemos del sacrificio de nadadores, padres y dirigentes.
No, seguro que nada de esto es fruto de la casualidad
Gracias Antonella, gracias chicos, gracias a todos por seguir emocionándonos y permitiéndonos soñar y preferir el trabajo y el sacrificio a la suerte.
Por todo esto, desde Rosario, salud Santa Fe Capital …….Argentina de Aguas Abiertas.
Sergio Gola